Jugamos a Médicos?

No sé por qué, pero soy addicta a las series de médicos y hospitales. Me las trago todas. Todo empezó con la estupenda serie en la que descubrimos a George Clooney: Urgencias. No la veía mucho porque encima la ehcaban muy tarde y yo vivia en mi casa e iba al instituto, con lo cual me iba a la cama tempranito. Pero ahí empezó mi afición.

Después de esta breve época (breve, en mi caso) empezó el boom. Mi gran momento de la semana en cuanto a tele se refiere era Hospital Central. Engaaa! Que si Laura, que si Javier, que si Vilches, la ambulancia... (parezco tonta). Y des de que empezó, no puedo dejar de verla. Y mira que me da asco, porque soy muy aprensiva y en seguida que veo sangre o una cicatriz me da vueltas todo! Pero cuando digo que me da vueltas es literal: que me mareo. Y una cosa que he observado es que me cubro las muñecas y el cuello en la medida que puedo cuando estan sacando "sang i fetge". Esto debe de ser algun trauma que tengo.

Luego me enganché a otra serie veraniega de TV3 de una tía (que ahora creo que sale en una de estas series tipo CSI o de estos desaparecidos) que se llamaba Sidney Hansen (o algo así) que era médico y su padre era veterinario y también tenía una hermana que tenía un restaurante para perros. Diosssss... qué cutre! Pero yo me lo tragaba igual. No me acuerdo de cómo se llamaba la serie pero estaba bien. Había muchas enfermedades y la tía esta salía con muchos tíos (todos guapos, por supuesto), pero acababa siempre dejándolo. Era una sola, yo creo.

Después vino una época de sequía porque el verano se acabó y la temporada de Hospital Central también. Así que me pasé a otras series cutres salchicheras.

Pero después llegó lo más de lo más: Nip/Tuck. Operaciones estéticas, un tío buenarro adicto al sexo, enamorado imposiblemente (lo mismo por parte de ella) de la mujer de su socio. Ambos cirujanos plásticos forrados de pasta. Esta serie es muy buena, en mi opinión. Al principio me llamó la atención porque estaba censurada en algunos estados yanquis (cosa que me atrajo irremediablemente!), y luego me enganché sin más. Ves las miserias de la gente, descaradamente. A veces es muy triste. Pero está muy bien (me repito). Aunque sigue siendo todo asqueroso porque las operaciones se ven muy mucho. El domingo lo primero que sacaron fue una operación de una tía a la que se le habían reventado los pechos de silicona, y el cirujano no paraba de sacar plástico de las tetas. Una guarrada. Pero estuvo bien.

Y ya lo último ha sido la estupenda serie de Cuatro: House. Un médico repelente que odia a los pacientes. Sarcástico y odioso, pero que me cae bien, jeje! Tiene unas salidas que te ríes un montón. Se dedica a hacer diagnósticos de enfermedades rarísimas y es el mejor y bla,bla,bla. Pero la serie es entretenida y te hece reír. Almenos en ésta, como se dedican a hacer diagnósticos, no sacan muchas cochinadas por la tele así que la puedo ver más tranquilamente.

Y después de este marujil análisis sobre todas estas series de hospitales me doy cuenta de que tendré que consultar con mi psicoanalista la patología que me amenaza, por dos motivos. El primero es que me trago todas las series que echan por la tele y a veces tengo dilemas porque el mismo día echan 2 ó 3 que me gustan (con razón uno de mis programas favoritos es "Soy el que más sabe de televisión del mundo"!). Y el segundo es que tragarse dos mil series de médicos, no debe ser muy bueno.

Pues nada, que mientras me aclaro con esto, nada más que decir. Bueno, una cosa sí: esta noche hacen House ;)