mi amigo invisible

En esta época de paz y amor, alguien inventó un juego llamado "el amigo invisible". Y resulta que yo, que sólo he hecho 3 ó 4 en mi vida -llámame asocial-, este año tengo que hacer dos más. Uno es impersonal (o sea, que voy a meter el regalito en una bolsa y lo sacará una persona al azar... un poco rancio, la verdad). Y como no conozco al 80% de la gente, pues he hecho un regalo rancio y poco original. No estoy nada orgullosa, la verdad. Y el otro aún no lo he comprado. Así que mañana iré a dar vueeeeltas por bcn a ver qué encuentro.

Y es que una de las cosas que me suele pasar en mi corta experiencia con los amigos invisibles, es que siempre me lo curro un montón (a veeer... eso significa que almenos invierto unas cuantas horas!!!) y siempre, siempre, siempre me toca el PEOR regalo de todos. Almenos bajo mi punto de vista. Si es que, en la mayoría de casos, no hacer el amigo invisible nos ahorraría a todos más de un disgusto:

• Primer amigo invisible: Regalé una colonia (Joder! o con el euro estamos muuuuy jodidos o la colonia era una mierda! Porque ahora con mil pesetillas no compras una colonia ni en los chinos! Pero mi colonia no era una mierda!!! era la de "Oh!", la del anuncio: oh!oh!oh!oh! En ese momento me gustó...). Y qué me dieron a mí? Un lápiz de esos grandotes con caramelos dentro que estaban de malos! Y duros, duros!!! Y las otras niñas tenían peluches, algunas pendientes, pulseras y toooodo me gustó más que lo mío! (qué mundo tan consumista!... pero esto lo iba a descubrir años más tarde).

• Otro año, cuando era un poco más mayor, le regalé a una amiga un bolso. En mi opinión era muy chulo, así de esos de bandolera con colores y tal... pero claro, ahora que lo pienso, igual a ella le pareció horroroso porque tampoco se lo puso mucho. Nada, que a mi me regalaron una casita fea, fea, hecha con palillos. Supongo que era de decoración, pero dónde iba a meter yo eso, a ver? Qué me iba a decorar? Nada, por supuesto! Si de lo horrible que era me dio vergüenza hasta enseñárselo a mi madre! No voy a poner aquí dónde acabó aquello, por si la persona que me lo regaló algún día lo lee (aunque lo dudo mucho).
  

• Y hace 2 años le regalé unos pendientes a una chica. Éstos sí que, aparentemente, le gustaron! Pero nunca se los iba a poner porque no tenía agujeros en las orejas! Y yo qué sabía? Si no la conocía de nada! Y como no puedes pedir consejo a nadie porque se supone que es secreto... qué iba a hacer yo? Si no había visto en mi vida a esta niña... Pues eso. Y a mí me regalaron un imán para la nevera. Una tortuga con una cestita con flores. Me recordó a esas figuritas horribles que dejan en los apartamentos alquilados, que siempre son tan horrendas. Qué mal!
  

Pues sólo me queda decir que, en base a mi experiencia, como la mayoría de veces he hecho amigos invisibles con gente a la que apenas conocía, pues ha sido un fiasco. Conmigo NUNCA (y puedo escribir tranquilamente la palabra, porque es cierto) lo acertaron. Y, visto lo que acabo de contar, posiblemente yo tampoco. Así que lo más fácil es pasar de los amigos invisibles. Si quieres hacer un regalo a un AMIGO (y digo "amigo" porque mis "amigos invisibles" nunca han sido muy "amigos" que digamos...) se lo haces y puuuunto. Y le das una sorpresa. Y, como es tu amigo, lo más seguro es que le va a gustar porque le conoces y lo vas a acertar casi seguro. Y con los del trabajo o con los otros quien sean (la verdad es que... con quién he ido a hacer yo amigos invisibles? mu raro, mu raro...), pues te vas de farra y te metes unos cuantos vasos de alcohol, que eso sí os hará amigos. Invisibles, tal vez no. Pero sí borrosos! Que es acercarse mucho...

Ala! Buen fin de semana!