no me pises que llevo chanclas

La mañana me está resultando realmente soporífera. Y eso que venía con ganas! Pero los cafés ya no me hacen efecto. Y llegadas estas horas, en las que normalmente ya me voy a comer, no aguanto más. Me duermo. Por eso me he puesto a escribir en el blog. Así me mantengo despierta hasta la hora de comer (hoy, por razones ajenas a mí, comemos a las 14.30!!!).

A parte de esto, me duele bastante el pie. Esta mañana venía, como cada mañana, caminando a la uni. Y a cada paso, una punzada de dolor me estallaba en el pie. "Por qué?", pensé. Entonces recordé que GXXX, en un estado de grave embriaguez, el lunes me clavó su tacón con fúria (aunque inconscientemente) cual espada en mi pie. Entonces no lo noté, pues el alcohol actuaba como anestésico en todo mi cuerpo (cerebro incluído), pero anoche vi que tenía un moratón amarillento. Y esta mañana he notado sus efectos. Avisaré a GXXX de que la próxima vez se controle, para que se dé cuenta de que el monstruo en el que el ron la convierte, agrede a los que están a su alrededor, que corren grave peligro.

Pues nada, ahora a esperar que el día fluya con rapidez porque tengo enormes ganas de quedarme aplatanada en el sofá viendo la tele. Y descansar. Porque dudo mucho que estos días de puente tan ajetreados de vida social los pueda dormir antes del viernes por la noche. Qué dura semana me queda!!!