Ya ves...
Supongo que hace tiempo que me he dado cuenta. Pero no puedo evitar ser una persona emocionalmente inestable. Últimamente en lo que a esto se refiere soy un fracaso emocional completo. Ayer, sin ir más lejos, tuve un día de mierda en general. Estuve de mala leche sin saber por qué, casi todo el día. Y el hecho de encontrarme a XXXX en ese estado no me ayudó nada. Me dejó hecha un fiasco! Y encima me miró así, con esos ojos oscuros y tan grandes que me impresionan y me intimidan. Nadie mira así a los ojos.
Pero luego llega el final del día y se me va el quelato. Estoy infinitamente cansada de la jornada laboral y todavía me queda la clase de inglés. Joder! Mi cerebro está descargado y se va a lugares lejanos y cuando me doy cuenta, ya ha pasado media hora en la que no me he enterado de nada de lo que ha dicho Maggie (se escribe así? Dios mío, nunca aprobaré ese examen!!!). Y estoy muy cansada y cualquier cosa me hace gracia y me empiezo a reír y no puedo parar. Parezco una boba adolescente en una clase del instituto. Pero cuando llego a casa y veo que a mi compañero de piso le pasa algo similar, me doy cuenta de que... iba a decir otra cosa pero de lo que me doy cuenta es de que vivo con un pirado igual que yo. Y eso me hace más gracia y me río más!
Y al día siguiente todo vuelve a empezar y me vuelvo a encontrar con los ojos. Que me impresionan. Y que me intimidan. Y que tanto me gustan. Y, a pesar de todo (lo de ayer, que aún dura hoy), no puedo evitar sentir un pinchazo de felicidad.
Pero luego llega el final del día y se me va el quelato. Estoy infinitamente cansada de la jornada laboral y todavía me queda la clase de inglés. Joder! Mi cerebro está descargado y se va a lugares lejanos y cuando me doy cuenta, ya ha pasado media hora en la que no me he enterado de nada de lo que ha dicho Maggie (se escribe así? Dios mío, nunca aprobaré ese examen!!!). Y estoy muy cansada y cualquier cosa me hace gracia y me empiezo a reír y no puedo parar. Parezco una boba adolescente en una clase del instituto. Pero cuando llego a casa y veo que a mi compañero de piso le pasa algo similar, me doy cuenta de que... iba a decir otra cosa pero de lo que me doy cuenta es de que vivo con un pirado igual que yo. Y eso me hace más gracia y me río más!
Y al día siguiente todo vuelve a empezar y me vuelvo a encontrar con los ojos. Que me impresionan. Y que me intimidan. Y que tanto me gustan. Y, a pesar de todo (lo de ayer, que aún dura hoy), no puedo evitar sentir un pinchazo de felicidad.
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